(Escrito bajo la luna irrecuperable de julio del 2009) Los amigos insistían. El 31 de enero me hice la cuenta en Facebook. Del 11 de febrero es mi acceso a twitter. Llevo exactamente 501 tuiteos, es hora de hacer balance. Y de paso disparar contra lo que se menee, que va siendo hora. Es la primera de una serie de reflexiones debidas, sólo posibles ahora que hemos recuperado algo el uso del tiempo.