En Costa Rica ya llevamos un buen rato trabajando para liberarnos del control que ejercen las malas tecnologías sobre nuestras vidas. La idea es que cada persona pueda controlar su tecnología y utilizarla en lo que de verdad le beneficie, siguiendo una estrategia muy eficiente y efectiva desde el punto de vista ingenieril, y que tiene un montón de efectos secundarios positivos para esta sociedad que se pudrió hace ratos. Más sobre esto por aquí.
Conocí un nuevo dios. Tiene pinta de macarrón y dicen que sabe muy bien. Se llama Monstruo de Espagueti Volador. En general no me gustan los sarcasmos y este tipo de burlas, pero creo que ellos tienen un muy buen punto:
Su “religión” ofende mis creencias. ¿Qué debería hacer al sentirme burlado?
Carlos Salazar Herrera fue un escritor costarricense. Ahora estoy leyendo uno de sus libros que se llama Cuentos de angustias y paisajes. Lo escribió en 1947, por lo que muestra los paisajes de una Costa Rica totalmente distinta. Las angustias aún son parecidas.
Todos los grabados que ilustran el libro son hechos por él mismo. Son dibujos sencillos pero muy expresivos, al igual que sus cuentos.
El cuento de abajo y todos sus derechos asociados son de él. Espero que Ñor Carlos no se enoje por que lo ponga aquí.
La Dulzaina
Hace unos días leí un interesante comentario en el blog de Andy Glover sobre cómo el software libre ayuda a mejorar la calidad de los programas.
Él menciona que por cada 1000 líneas de código se esperan de 20 a 30 bugs. Esto es mucho, y aunque es probable que esta sea una de las razones por las que Andy y yo tenemos trabajo, también nos pagan para reducir la cantidad de errores.
¿Cómo hacerlo? La respuesta es clarísima: escribir menos código.
