En el I Congreso de internet en el aula

Yo también he asistido al macromegacongreso presencial de Internet en el aula, en su sede de Granada. Después he estado prácticamente en marte, y no había leído la reacción de la blogosfera o de los blogcensores (que la cosa está caliente, parece  :-) ). Lo que como siempre me permite jugar con ventaja y subirme en los hombros de los colegas para mirar. Ahí va mi mirada. Creo que sería una pérdida de tiempo si no encontráramos algún aprendizaje. Busquémoslo.

Como de costumbre me ahorro la descripción de los hechos — nadie la hará mejor que los amigos Juanma Díaz (¡en quince entregas!) o  José María/PaloTIC; paso directamente a la búsqueda de los significados. En primer lugar quiero reflexionar sobre la misma existencia del Congreso presencial. Con sus errores, exageraciones y megalomanías, me parece una iniciativa justa y necesaria. Me parece correcto que el Ministerio de innovación e industria se interese por las infraestructuras educativas. Comprendo el reparto de espacios entre los patrocinadores. Y no me sorprenden los desenfoques y desorientaciones, propias de quienes llegan por primera vez a un país nuevo. ¿Podría ser de otra manera, con los actores que participan y en un primer intento?

Como en todo encuentro excesivo, la suerte y el olfato deciden si oyes las charlas interesantes: no hay dos experiencias iguales. Yo tampoco oí cosas (salvo a Downes y a Marina) que no oigamos en las Jornadas y Encuentros que organizamos localmente. Poco nos sorprendía especialmente. Por dos motivos: porque quizás no estemos tan mal en nuestros modestos rincones de la formación del profesorado, y por la forma mixta en que se ha realizado la selección de ponencias y charlas. Respecto al primer motivo, a lo mejor podían haber preguntado. En cuanto al segundo, si deciden las empresas, mandan sus intereses y contactos y su ignorancia del día a día educativo; si el otro sistema de selección es por presentación de papeles, nada garantiza que lo presentado sea lo más interesante (no siquiera que lo sea mínimamente).

Ahora a hacer amigos. Primera: si en el congreso no estaba lo interesante es porque ha preferido quedarse en su torre de marfil a contaminarse.

Segunda: el congreso me parece una metáfora clarísima de lo que ocurre con la educación y las TIC. Es significativo que Red.es/Ministerio de Innovación nos monte un congreso de educación (y lo monta como si fuera la primera experiencia y la primera red). Internet (o las TIC, la web 2.0, lo digital o como queramos llamar a este nuevo mundo en el que vivimos) no llega a la escuela por decisión de los profesores, llega porque la sociedad (las administraciones, el alumnado, los padres y madres) ya están ahí y no se puede permitir que la escuela quede ajena.

Tercera: las ediciones y versiones del congreso serán lo interesantes e innovadoras que los y las docentes seamos capaces de hacerlas.

Discloser

Tuve ocasión de dar una charla de diez minutos en la sede de Granada; hablaré de ella en otra entrada.