Servicios Web: el eslabón más débil de la cultura libre

La discusión que tuvimos sobre los riesgos de los servicios Web 2.0, en la charla horizontal del VII Encuentro de Educación, Cultura y Software Libre – Edusol 2011[1], me hizo pensar que al hablar de cultura libre, podemos ver tres ámbitos de actuación: el primero es el de los programas que usamos en el computador, el segundo es el de los servicios que usamos en Internet y el tercero es el de los contenidos. Creo que es relativamente fácil encontrar en el mundo de hoy, alternativas en cuanto a software para computadores y contenidos libres, pero no veo esta mismas alternativas a nivel de servicios web.
Primero. Hace 25 años Richar Stallman inicio un movimiento para desarrollar un sistema operativo libre[2] (el software para que funcione un computador). El que sea libre en el sentido de libertad y no de gratuidad, significa que los usuarios podemos usar este software para cualquier propósito, podemos conocer como funciona y hacer ajustes, podemos dárselo a otras personas cobrando o no por el (podemos hacer negocio con el) y podemos distribuir nuestras modificaciones, siempre y cuando no restrinjamos estas libertades cuando le entreguemos el software a otras personas y dejemos claro de quien es cada componente si lo hemos modificado.
En la actualidad es fácil encontrar muy buenas alternativas al software privativo[3] tanto a nivel de sistemas operativos[4], como a nivel de aplicaciones para utilizar sobre cualquier sistema operativo[5]. Por ejemplo LibreOffice para los programas de ofimática, Firefox para navegar por Internet, VLC para reproducir archivos multimedia, GIMP para edición de imágenes, Audacity para edición de audio, Thunderbird para el manejo del correo electrónica, incluso a nivel de software especializado. El principal problema, en el ámbito del software para computadores, es que muchas personas usan un programa en particular porque ven que los demás lo usan, por moda, no porque sea mejor o tenga mas funcionalidades o sea más fácil de utilizar.
Segundo. Hace 10 años, Lawrence Lessig inicia Creative Commons[6], una organización que plantea alternativas de licenciamiento de contenidos, dentro de la legislación del Derecho de Autor (tradición europea) y del Copyrigth (tradición anglosajona), para promover la innovación y la creatividad a partir del remix o mezclas de contenidos[7]. Esta iniciativa a logrado convocar a diferentes movimientos que buscan disminuir las restricciones para el acceso y uso de textos, imágenes, música, videos, entre otros gracias a los cual hoy tenemos una gran variedad de personas, instituciones, artísticas y comunidades publicando sus obras con licencias abiertas. Wikipedia es un ejemplo de cómo las comunidades en torno a la generación de contenidos, pueden vencer las iniciativas privadas y restrictivas como Encarta.
En este caso, la principal dificultad vuelve a estar en las personas, ya que para la mayoría, es más fácil hacerse a la idea de poder conseguir información y contenidos de forma gratuita, pero no así la idea de retribuir liberando la información y contenidos que producen, entre otras cosas, porque son pocas las personas que producen información. En la época de la proliferación de los blogs, se decía que más del 80% de los contenidos publicados no eran originales, sino meras copias de otros blogs.
Tercero. En el ámbito de los Servicios Web, el boom de la Web 2.0[8] y las redes sociales gratuitas, ha hecho que muchas personas se hayan volcado a compartir, principalmente, información corta, cotidiana y multimedial (de ahí lo atractivo de servicios como Facebook y Twitter). Sin embargo, al usarlos, se esta corriendo el riesgo que sea vulnerado nuestro derecho a la privacidad y que nos roben los derechos comerciales sobre los contenidos que publicamos. Pero a diferencia del software y de los contenidos, con los servicios web no se vislumbran alternativas equiparables.
Hay quienes plantean que las alternativas son los servicios web que se pueden implementar descargando software libre para ello, como es el caso de Moodle para las plataformas de e-learning, Elgg o Diaspora para las redes sociales, Wordpress para los blogs, Statunet para los microblogs, Mediawiki o MoinMoin para los wikis, entre muchos otros. Sin embargo estas alternativas, que requieren que las personas tengan conocimientos avanzados y representa unos costos de operación y mantenimiento, además adolecen de dos características fundamentales: no son globales e interoperables, en el sentido de convocar a una gran masa con múltiples intereses y proveniente de muchas partes del mundo; y muchas de ellas no tienen un entorno amigable y visual.
Tal vez iniciativas de implementación de infraestructuras comunitarias, distribuidas e interoperables puedan ser una solución a futuro, pero en la actualidad, solo existen unos pocos servicios centralizados como Internet Archive, Identi.ca o Diaspora, que no alcanzan a recoger la dinamica e interacción en masa, de servicios como YouTube, Slideshare, Scribd, Facebook o Twitter.
Claro que hoy también se vislumbra otra amenaza, y son las dinámicas de desarrollo de software cerrada y llena de patentes que se esta presentando en torno a los móviles. En unos años, los smarthphone y las tablets serán los dispositivos más comunes para acceder a la información, sin embargo el desarrollo de los sistemas operativos y de las aplicaciones no ha seguido una dinámica abierta como sucedió con el computador, lo que podría llevar a consolidar monopolios y restringir por tanto, el desarrollo del software libre para este tipo de dispositivos.
Por esta razón planteo que los servicios web son el eslabón más débil de la cultura libre.
[1] http://edusol.info/e … a/los-peligros-web20
[2] http://www.gnu.org/g … hegnuproject.es.html
[3] http://www.slideshar … erso-de-aplicaciones
[4] http://distrowatch.com
[5] http://www.freealts.com
[6] http://manzanamecani … _movimiento_de_.html
[7] http://www.iered.org … r-una-cultura-libre/
[8] http://www.slideshar … lidades-de-la-web-20