Al medio día que hemos regresado de ahí rumbo para allá, los vi allá arriba rondando, alto, alto. Si no fuera por que son blancos y llegan a volar en parvadas realmente grandes podríamos decir que son zopilotes, pero no lo son.
Recuerdo que en febrero de 2004 nos sorprendieron con su llegada, en esa primera ocasión si que sorprendieron, se contaban por cientos y permanecieron todo el invierno.