Lo que persiguen los áreas de educación básica y media en Colombia
Más allá de las diferencias ideológicas y administrativas que generan distancia entre los docentes de educación básica y media y el Ministerio de Educación Nacional, se debe reconocer el esfuerzo de este último por generar políticas educativas de forma argumentada y sustentada, especialmente con la generación de los documentos de Lineamientos Curriculares. Estos documentos recogen los planteamientos disciplinares y pedagógicos más importantes de cada área de conocimiento escolar, de tal forma que sirvan como insumo para la discusión pedagógico, didáctica y curricular en las instituciones educativas.
Los Lineamientos Curriculares, junto con los documentos de Estándares Básicos de Competencias y los Marcos de Referencia para el Examen de Estado (ahora Pruebas SABER 11) plantean un importante escenario sobre las construcciones conceptuales, los procesos de pensamiento y las dinámicas de las comunidades de cada área de conocimiento en la escuela.
Aunque todas las áreas obligatorias y fundamentales definidas en la Ley General de la Educación son importantes en los procesos de formación de los estudiantes, es claro que el desarrollo de la lengua materna es central. Tal vez el cambió más significativo en la enseñanza de esta área, producto del desarrollo mismo de las disciplinas que la sustentan, es el paso de un enfoque gramatical, en donde la utilización formal del lenguaje era lo más importante, a un enfoque semántico-comunicativo, en donde la importancia esta en la construcción de sentidos que hacemos de forma individual y colectiva con el apoyo del lenguaje.
Desde este nuevo enfoque, el lenguaje no sólo es un conjunto de signos y de reglas para favorecer el intercambio de mensajes entre las personas y por diferentes medios, sino que es el principal instrumento para acceder a los significados y los sentidos que otras personas dan a los acontecimientos pasados y presentes, a los objetos naturales y artificiales, a los conocimientos, a los sueños, es decir a la cultura. Pero este mismo instrumento, es el que nosotros utilizamos para construir nuestras propias ideas. Pensamos con palabras, describimos lo que sentimos con palabras, coordinamos nuestro actuar a través de las palabras, por tanto, desde le enfoque semántico-comunicativo, el lenguaje tiene el doble propósito de servir para la construcción de significado y para la comunicación.
Esto significa que en nuestra labor docente, es más importante los usos que hagamos del lenguaje que los formalismos. Sin desconocer la importancia de la gramática, esta se puede introducir en situaciones concretas y reales que requieren su uso. Sólo cuando debemos presentar una carta de solicitud a una oficina o debemos elaborar un contrato, nos damos cuenta de la importancia de la ortografía. Sólo cuando queremos utilizar la música, el teatro, la poesía, nos damos cuenta de la importancia de conocer y seguir las reglas que tiene el lenguaje en cada uno de estos escenarios de expresión.
Por lo tanto, el propósito de la enseñanza del área de lengua materna en la escuela, es la de ofrecerle al estudiante un conjunto de herramientas intelectuales para que tenga la posibilidad de acceder a la cultura en sus múltiples manifestaciones verbales y no verbales, pero también, que estas herramientas le sirvan al estudiante para saber expresar sus ideas, sus sueños, sus reflexiones y sus construcciones conceptuales, utilizando los códigos, signos y reglas del lenguaje de acuerdo con el contexto de comunicación.
Es por esta razón con los estándares básicos de competencia en el área del lenguaje (lengua castellana), agrupa las competencias a desarrollar en los estudiantes en: producción textual; comprensión e interpretación textual; literatura (dimensión estética del lenguaje); medios de comunicación y otros sistemas simbólicos; y la ética de la comunicación. Mientras que los Exámenes de Estado, en esta área, se centran en la evaluación de la competencia textual (conocer los diferentes tipos de texto y sus reglas, y entender su significado) y la competencia discursiva (saber cuando y cómo usar los diferentes tipos de textos).
Visto de esta forma, el lenguaje es un producto cultural para acceder a la misma cultura, y por tanto estructura el pensamiento de una forma similar entre quienes comparten un idioma. De allí la estrecha relación que existe entre cultura y lengua, lo cual es especialmente importante cuando se desarrollan procesos de enseñanza en una segunda lengua (en el caso de regiones donde se usan cotidianamente más de una lengua) o en una lengua extranjera (idioma de otros países).
Aprender otra lengua no sólo es una cuestión de traducción de palabras o frases, es acceder a los sentidos y significados de otra cultura acercándose a los procesos de pensamiento de las personas de esa cultura. Enseñar otra u otras lenguajes en la escuela, es una forma de mostrar otras culturas y entender la diversidad cultural, no desde el suministro de información sino desde sus procesos de pensamiento. Pero la enseñanza de una lengua extranjera de importancia mundial (como el ingles) tiene una ventaja adicional, y es que crea posibilidades para la interacción con fines culturales, académicos y comerciales, tanto en el plano personal, como en el plano económico para el país.
En sintonía con la lengua materna, las competencias básicas en lenguas extranjeras para desarrollar en la escuela, se han concebido desde el enfoque comunicativo, el cual valora por igual las competencias gramaticales (seguir las reglas de la lengua), sociolingüísticas (entender y utilizar aspectos culturales de le lengua de acuerdo con el contexto comunicativo) y las discursivas (entender y generar diferentes tipos de textos – orales y escritos – de acuerdo con el contexto comunicativo).
La enseñanza del lenguaje (sea este materno o extranjero) implica crear ambientes y situaciones donde se haga un uso significativo del lenguaje, a través del acceso pero también de la creación, utilizando diferentes formas de expresión. Sin embargo la enseñanza de la lengua extranjera tiene un reto mayor sobre la lengua materna, ya que el no contar con espacios naturales para el uso de esta lengua (los descansos, las conversaciones familiares, la televisión, etc.) se debe ser muy creativo para crear estos ambientes. Aquí es donde las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), por la posibilidad que ofrece de conectar lo local con lo global, pueden dar una gran ayuda.
Pero el lenguaje (especialmente verbal) no es la única forma de acceder a la cultura que una sociedad produce, ni es la única forma de expresión de las personas, esto también se logra con el Arte, con una gran diferencia, y es que esta última se basa en la experiencia sensible, más que en la razón.
El área de educación artística en la escuela posibilita el acceso al patrimonio cultural tanto del contexto local como del ámbito universal. No es lo mismo escuchar una historia o leer sobre el bambuco, que intentar interpretarlo con una guitarra o bailarlo, porque estas formas de expresión son manifestaciones que se conectan de forma más profunda con el espíritu humano.
La educación artística posibilita una aproximación estética de lo real, lo que significa una sensibilización hacia la armonía y la belleza de todo lo que hay a nuestro alrededor. Apreciar el arte y utilizarlo como forma de expresión personal y colectiva, es uno de los instrumento más importantes para favorecer la convivencia, para el desarrollo de la ética en relación con la armonía y para lograr el equilibrio emocional y mental.
El arte favorece el desarrollo cognitivo, sensible y espiritual de las personas y con ello el desarrollo de la sociedad. La inspiración es base para la innovación, la comprensión holística es la esencia de la interdiciplinariedad, la belleza y armonía es el principio fundamental de la ética, la construcción individual y colectiva de significados es el motor de la cultura.
Cualquiera sea la actividad artística (música, teatro, pintura, danza, culinaria, artesanía, etc.), los lineamientos curriculares plantean el desarrollo de cuatro ejes de formación: el pensamiento contemplativo, la reflexión conceptual, la simbolización y el juicio crítico.
Pero así como el área de educación artista tiene el propósito de llevar a que el estudiante se conozca a si mismo y a la sociedad de la que hace parte a través de la experiencia sensible, el área de las ciencias sociales busca que el estudiante comprenda racionalmente su mundo y el mundo en el que habita, desde el significado que las mismas personas le han dado. Es una comprensión (desde la hermenéutica) para trabajar por el bienestar y la convivencia.
En esta perspectiva que conecta al estudiante con el desarrollo social y cultural de la humanidad, se plantea la necesidad de trabajar tres ejes: lo histórico (tanto desde la propia historia del estudiante y de su familia, pasando por la historia de su población, hasta la historia de la humanidad); lo geográfico (desde los lugares en los que habita hasta el reconocimiento del mundo en el que vive la especie humana); y lo ético-político (relacionado con el actuar en sociedad).
En los lineamientos curriculares en ciencias sociales, se propone que el desarrollo de estos ejes se realiza abordando problemáticas contemporáneas, que le den sentido y utilidad a las herramientas conceptuales de esta área, tales como: el respeto de la diversidad en sus múltiples manifestaciones (cultural, étnica, género, identidad, etc.); la defensa y promoción de los deberes y derechos humanos; los cambios y la protección del medio ambiente; el desarrollo humano y sostenible; la cultura como generadoras de identidades y conflictos; la cultura como generadora de diferentes tipos de saberes y conocimiento; y la organización política y social como estructuras de poder.
El complemento de las ciencias sociales lo constituye las ciencias naturales, ya que mientras la primera busca comprender el sentido que tiene para las personas los eventos que genera, el segundo busca construir explicaciones precisas y rigurosas sobre el mundo natural. Aunque el propósito de la escuela no es formar científicos, sí busca acercar a los estudiantes al pensamiento científico, es decir, desarrollar los procesos de identificación de problemas, indagación, construcción de explicaciones y comunicación, con el propósito de conocer y comprender racionalmente el medio ambiente en el que habita, con el propósito de promover un desarrollo humano sostenible.
Si bien hay quienes plantean que el deterioro del medio ambiente se debe al desarrollo de la ciencia, es más justo plantear que el problema, más que de la ciencia, es del propósito y de la ética con la que se utiliza dicha ciencia. Esto plantea la necesidad de enmarcar todo acto del ser humano, entre ellos el acto de conocer y el acto de utilizar ese conocimiento, dentro de valores que permitan considerar a los otros al momento de tomar decisiones.
La enseñanza de las ciencias naturales en la escuela debe propender más que por los contenidos o teorías, por los procedimientos que utilizan los científicos para analizar y actuar sobre un problema. Sin embargo, precisamente en esto radica el principal reto educativa de esta área, ya que la forma cómo habitualmente las personas (y entre ellos los estudiantes) generan conocimiento, dista mucho de la forma científica.
Mientras las personas construyen conocimiento desde su experiencia de vida cotidiana, de forma intuitiva, a partir de lo que perciben sus sentidos, los científicos intentan crear explicaciones para tratar de desentrañar el funcionamiento más profundo de la naturaleza, para lo cual, en muchas ocasiones deben poner en tela de juicio, lo que creen percibir sus sentidos. La medición y registro cuidadoso, la comparación constante, la relación con otras teorías son actividades que constantemente esta haciendo el científico y que dista de lo que hacemos en la vida cotidiana.
Pero la ciencia no es una actividad desligada del contexto. La distancia que ha tomando se debe principalmente a que muchos docentes enseñan esta área como información que se debe transmitir y no como conocimiento que se debe utilizar para comprender el mundo natural y actuar sobre el. Es por eso que los lineamientos curriculares de esta área proponen que la enseñanza de esta área se realiza abordando problemáticas relacionadas con el medio ambiente local, regional y nacional, ya que allí se encontraran infinitud de situaciones para poner a prueba las explicaciones que de construyen desde la cotidianidad y las explicaciones que se construyen desde la ciencia. El conocimiento científico en la escuela, sólo tiene sentido en la media que le ayude a los estudiantes a explicarlos fenómenos naturales que le rodea, para tomar decisiones y actuar sobre ellos.
En las exámenes de estado, las ciencias naturales se descomponen en procesos biológicos (que tratan el tema de la vida desde la célula hasta los ecosistemas); los procesos químicos (en donde se aborda las reacciones que tiene las sustancias cuando se mezclan); y los procesos físicos (que tiene que ver con la interacción de la materia desde la mecánica, las termodinámica, las ondas y el electromagnetismo).
Muy afín al área de ciencias naturales se encuentra el área de tecnología, la cual tiene el propósito de resolver problemas y satisfacer necesidades sociales a través de la aplicación del conocimiento científico. Sin embargo, esta área ha tenido diversas simplificaciones, la más reciente, la que considera que esta área se debe centrar en la enseñanza del computador, cuando la enseñanza del uso de programas (y lo peor es que se cae en el manejo de los programas de ofimática de una sola empresa) no genera el desarrollo de los procesos de pensamiento para aprender a manejar la información. En este caso tiene mayor utilidad centrar los procesos de enseñanza en el pensamiento algoritmos, el pensamiento lógico y las estructuras de datos.
Pero resulta que la tecnología no son sólo los computadores, en términos amplios, son todos los artefactos, procedimientos y sistemas que artificialmente ha creado el hombre para su beneficio, y desde esta perspectiva lo que como docentes debemos preguntarnos es, cuales son las tecnologías que debemos aprender a conocer y utilizar en nuestro contexto, para que nos ayude (a estudiantes y a través de ellos a los padres de familia) a resolver problemas y satisfacer necesidades.
En este sentido, las estándares de competencia de esta área proponen abordar los siguientes ejes de formación: la historia y evolución de la tecnología (específicamente de la que se este tratando de apropiar de acuerdo al grado escolar); su aprendizaje y uso; la forma de utilizarla para solucionar problemas; y las relaciones y efectos que estas tecnologías generan en la sociedad.
Finalmente se encuentra las matemáticas. Esta área tiene como propósito contribuir con al desarrollo de la lógica, la ciencia y la tecnología en los estudiantes, así como el desarrollo de valores sociales y democráticos. Para ello plantea centrar su trabajo en el desarrollo de los diferentes tipos de pensamiento: numérico, métrico, espacial, variacional y aleatorio.
Si bien las matemáticas trabajan con las herramientas conceptuales más abstractas de todas las áreas, por esta misma razón los lineamientos curriculares insisten en la necesidad de plantear la enseñanza a partir de la vinculación de los estudiantes con problemas de la vida real y en articulación con las demás áreas, ya que se ha encontrado que todo conocimiento humano parte de situaciones concretas de la vida, y su aprendizaje solo tendrá sentido y sera significativo cuando se logra reconstruir y utilizar en situaciones de la misma vida.
En esta área, los exámenes de estado se centran en la evaluación de las competencias de razonamiento y argumentación, comunicación y representación, y modelamiento y resolución de problemas en torno a los componentes numérico-variacional, geométrico-métrico y aleatorio.
Una forma que encontré para representar la interrelación de las áreas de conocimiento escolar mencionadas anteriormente, con las dimensiones del ser humano, la presentó a continuación:
Al revisar los documentos de lineamientos curriculares, los documentos de los estándares básicos de competencia y los referentes conceptuales de los exámenes de estado, se encuentra de manera clara el énfasis en considerar el contexto social y cultural como escenario para la reconstrucción del conocimiento (teorías) de las diferentes áreas, y la importancia de considerar las expectativas, necesidades, gustos y preferencias de los estudiantes como insumo para el planteamiento de las actividades de formación.
Este énfasis no es gratuito, si se tiene en cuenta que desde la década de los años 80 se viene insistiendo en, desde las políticas educativas, en considerar a los estudiantes como sujetos activos del aprendizaje en contextos reales, y no sólo como sujetos que reciben y memorizan información sin contexto. Sin embargo, pareciera que esto no ha tenido eco en los procesos educativos de muchos docentes, lo que obstaculiza el mejoramiento de la calidad de la educación.
Por su parte los docentes manifiestan que el problema se debe a la esquizofrenia del sistema educativo, que mientras de un lado pide considerar a los estudiantes y al contexto, de otro lado presiona por el desarrollo, antes de un currículo nacional y ahora de unos estándares de competencias que son evaluadas en los exámenes de estado, sin considerar, ni respetar las diferencias de toda índole (sociales, étnicas, económicas, etc.) que se dan en cada región del país.
Sin embargo, más allá de esta confrontación, rescato dos posturas contenidas en los documentos sobre lineamientos curriculares como base para el desarrollo de toda labor educativa en la educación básica y media: 1) toda construcción conceptual, sea como saber cotidiano o como conocimiento científico, proviene de situaciones de la vida y sólo tienen sentido si ayudan a comprender, explicar y solucionar situaciones de la misma vida, y mostrar esto es esencial para que no se siga presentando en la escuela lo teórico como información que no tiene otra utilidad que pasar a la universidad (para aquellos que pueden hacerlo); 2) más que dictar clases en donde se suministre información, se de procurar pensar en situaciones de aprendizaje, en donde los estudiantes se involucren con situaciones y problemas reales del contexto, en donde tengan un papel activo en la indagación y en donde las teorías de las diferentes disciplinas sirvan para comprender, explicar y crear soluciones a estas situaciones.
- Bitácora de uhernandez
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