Bajao del candelabro. Resumen del curso 2010-2011 (I)
Ha pasado lo que parece un siglo y siguen preguntándote si sigues por Sevilla. No es que te pasaras de sutil en la despedida, es que no te leen salvo tus cuatro amigos, o te leen y te olvidan, son tiempos de constancias efímeras. Escribe, idiota, escribe; es lo más difícil y lo que más te gusta; total, nadie lee, puedes ser libre. Llevas unos días, ahora que has recuperado el tiempo, ordenando papeles, certificados, recordatorios de charlas y artículos. Es época de balances y memorias. ¿Qué has hecho este año? Pues vivir bajao del candelabro.
Ya reuní lo certificable, ya he subido los artículos publicados, he enviado un tercero que colgaré dentro de varios meses. ¿Eso resume el año?
Decidí para este año recuperar la humildad del trabajo callado de aula. Vivir bajao del candelabro. Casi lo he conseguido: poco twitter, pocos saraos y de paso, poca imposición de presencia, menos promesas publicitarias y más espera paciente de resultados. El silencio y la lentitud como mensajes. Me gustaba trabajar de escritor y me gustaba estar en los secretos, por supuesto, pero ningún sitio me parece más digno y más libre que el aula. Como en una nueva versión del poema de Horacio, feliz el que está donde quiere, puede ir andando a trabajar, puede ir abriendo caminos, y puede preguntar y preguntarse si han funcionado o no.
¿Qué has hecho este año? Pues lo que más he hecho ha sido trabajar para los demás: como coordinador tic me he dedicado a administrar moodle, enseñar a usarla, actualizar a 2.0 y tirarme de los pelos y echar horas arreglando destrozos, crear cursos, dar altas, poblar espacios, actualizar ultraportátiles, arreglar pequeños problemas, dar parte de problemas mayores. Estar ahí para que otros puedan enseñar y aprender. Bien.
En la formación permanente del profesorado
He participado, bastante, en la formación de ese profesorado que no está en las redes del profesorado que habla de educación y no entiende la jerga de followfridays ni timelines ni sabe que tiene que construirse un PLE; y, fiel a mi estilo conflictivo, me he peleado por hacer las cosas más cerca de como en teoría deberían ser las cosas, con resultados mixtos.
A ver si me explico: he estado en formación de sembrar, y en formación de intentar ver el árbol. Estoy un poco cansado de la falta de ambición de eso de poner la semilla y esperar a ver cuándo crece algo, pero me ayuda a poner los pies en la tierra. Es una experiencia más realista que las misas de convencidos, informa del estado y de las prioridades de nuestros claustros. Conste que no estoy escribiendo que los docentes que no usan las tic no sean buenos docentes; simplemente nadie les ha convencido todavía, nuestros argumentos no deben ser tan buenos o no han ido a nuestras charlas. Por el otro lado, estoy orgulloso de haber intentado hacer un curso sobre uso pedagógico de moodle en el que la palabra pedagogía no era retórica; en algunos momentos, pocos, a pesar de circunstancias desfavorables, hemos visto frutos. Ojalá avancemos por este camino. Pero ha sido duro y he hecho pocos amigos ahí. Debe ser verdad lo de que soy conflictivo.
El tema del futuro de la formación, mejor lo dejamos para otra entrada no recopilativa, ¿verdad?
Y de profe
El mensaje era lentitud y silencio, no ocultismo e inactividad. Aulas abiertas, ¿verdad, José Luis?, qué difícil es, qué poco hábito tenemos. Si hay un exceso de yo y de primera persona en esta sección, es simplemente porque no he pedido permiso a nadie para contar lo que hace. No trabajo solo, no encuentro solo, pero contaré mi parte. Aviso e insisto: no publico lo que sigue como modelo de nada ni veo nada especial en lo que hago. No he ido a contarlo a ningún sitio. Sencillamente respondo al imperativo de transparencia. Diré más, contarlo, ponerlo en palabras, me ayuda a evidenciar las carencias, lo que queda por hacer, es una herramienta de trabajo.
He sido, fundamentalmente, un profe de inglés. He intentado tomarme en serio la moto que he vendido durante años como asesor y como ponente: la integración de las tic en el currículum. "En serio" significa para mí dos cosas: que las actividades tic no pueden ser el adorno final, la guinda o el descanso de la unidad, y que aunque parta de los recursos-muleta proporcionados por la editorial —ya estaban ahí, no voy a ignorarlos—, mi objetivo es su sustitución por recursos libres. Intento convertir la moodle de curso en mi programación de aula detallada. Aunque sigo sintiéndome solo —lo que encuentro son proyectos y experiencias aisladas, ¿tan torpe soy buscando?—, creo que he avanzado bastante, os contaré algunos detalles de cómo he enfocado el trabajo en Cuarto de ESO (aunque en Primero la disponibilidad de los ultraportátiles es muy útil, tengo contradicciones no resueltas con el uso de servicios web por niños y niñas de 12 o 13 años).
Sigamos con los principios: quizás por mi origen como traductor y no filólogo, nunca he vista la lengua y su análisis como un fin en sí mismo, sino como un medio para la comunicación. No entiendo que aprender una lengua se pueda hacer sin un enfoque funcional-comunicativo, lo que implica el trabajo en las cuatro destrezas (comprender discurso hablado, hablar, leer y escribir) sobre textos orales y escritos, y entiendo la gramática como una herramienta descriptiva, más relacionada con el aprender a aprender, el poder nombrar los fenómenos y darse cuenta de cómo funcionan las lenguas, que con la competencia lingüística propiamente dicha. No entiendo que el discurso de la competencia comunicativa esté reñido con perseguir la consecución de los contenidos legalmente establecidos sino que tiene que ver con su mejor adquisición, con su adquisición en la práctica comunicativa. Y creo, ya se habrá visto, que tan importante como la competencia comunicativa y la digital es la de aprender a aprender. Eso implica, también, que intente evaluar competencias, y eso desconcierta a todo el mundo.
¿Por qué moodle? Porque es el centro donde se ordena la actividad, la referencia que evita el desconcierto del alumnado. Además de moodle hemos usado Delicious, Wordreference y Wordnik como diccionarios, Voki, PhotoPeach, google docs, MyBrochureMaker, audacity, por supuesto los editores de texto y de presentaciones en local comunes; algunos han jugado también con scribus y con editores de vídeo. Hemos encontrado recursos en YouTube, en el nodo andaluz de Agrega, en Qwiki y mucho, quizás demasiado, en la wikipedia. Tengo como asignaturas pendientes hacer una verdadera webquest completa y probar los glogster. Los alumnos, por su parte, han abusado de la plaga de los traductores automáticos, y se comunicaban, me cuentan, por tuenti los deberes, las dudas y las fechas... La competencia digital del alumnado era en general mínima: había que enseñar a hacer un paquete zip o qué es la extensión de un fichero. Eso se remedia negociando en el claustro un itinerario, qué deben saber en Primero, qué en Segundo..., y quién se lo enseña (esto no es informática, estoy es competencia digital). Hemos usado los carritos de portátiles uno o dos días por semana, al principio con resultados más caóticos, como si traer los ordenadores fuera sinónimo de día de vacaciones, creo que al final con más seriedad, cuando veían que se exigían resultados. El trabajo se hacía en casa, pero siempre se dejaban un par de días de clase para los que no tenían internet. La red, a veces mal, otras peor. Buscando alternativas, hemos descubierto que era posible alojar lo que pesaba en el servidor del centro (tenemos la suerte de ser centro TIC y de que soy el coordinador), y copiarlo en pendrives personales. Se admitían las entregas a través de moodle, y como planes b y c, en pendrive o por correo.
¿Y los compañeros del departamento? Convivimos, cada uno con sus estilos y sus ritmos. Hemos hecho pruebas de cómo compartir los recursos, y a día de hoy opino que la opción que nos ha resultado más fluida es la de curso personal, con pleno acceso de los compañeros. Previo acuerdo de mínimos, of course. Así nos hemos ido robando (con permiso, claro) ideas y hallazgos, algunos muy buenos, pero cada cual ha usado el estilo visual o docente con el que se sentía cómodo.
¿Cómo lo han aceptado los alumnos? Con desconcierto. Les ha costado creerse que la materia no es lo que viene en el libro y que lo de la moodle no es algo extra, trabajitos que sirven para subir o bajar la nota. Ah, ese currículum oculto, qué visible es. Les gustaba el trabajo con ordenadores hasta que descubrían que es más exigente que seguir el libro, y después les ha seguido gustando, en los momentos que he conseguido que sintieran que aprendían y que tenían cosas que mostrar. Por cierto, no sé si porque cometí el error de preguntar, pero mi alumnado rechaza hacer públicas sus elaboraciones. ¿?
Creo que es el momento de cortar aquí, que todavía no hemos entrado en tarea, y dejar para una segunda entrada la exposición detallada de la forma de trabajar.
- Bitácora de jrfernandez
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