Atrás quedamos el verano. Quedamos el sol, los campamentos, los viajes, la playa, etc. Comenzamos un nuevo curso escolar, y nuestros hijos lo comienzan con ganas y muchísima ilusión. Ganas de volver a ver a sus amigos, jugar con ellos y comenzar un curso que les hace sentir un poco más adultos. Espero que la histeria colectiva que se ha creado con el tema de la prevención de la gripe A no quite esa ilusión.