Una apuesta por aulas multitudinarias

Muchas universidades publican ya contenidos de forma abierta a través de la Red, permitiendo a la ciudadanía construir sus propias rutas de aprendizaje, dentro o fuera de una institución. Pero más allá de ofrecer públicamente textos y vídeos educativos, algunas universidades online están experimentando con la apertura total de sus clases, con aulas de más de 500 alumnos que comparten sus trabajos de forma pública.

Este verano, el espacio iTunes U de iTunes Store ha llegado a los 300 millones de descargas de contenidos. Se trata de una plataforma gratuita donde universidades de todo el mundo cuelgan archivos de vídeo y audio, tanto para sus alumnos como para la ciudadanía en general. La mayor parte de las instituciones son norteamericanas, aunque también participan tres universidades españolas, la de Valladolid, la de Vigo y IE Business School.
Este espacio, junto con otros como OpenCourseWare, forman un universo de contenidos educativos disponibles de forma abierta y gratuita en la Red, donde también existen comunidades de aprendizaje independientes, apoyadas en herramientas de la web 2.0, como blogs y wikis. Estos espacios abren posibilidades alternativas para construir nuestro propio aprendizaje, ya sea durante los años de estudiantes como a lo largo de toda la vida, haciendo también que el proceso educativo sea mucho más social.
La Universidad de Manitoba, en Canadá, tiene en marcha un experimento que va más allá de ofrecer sus contenidos en la Red. Desde hace dos años, algunas de sus clases online están abiertas no solo a sus alumnos, sino a todo el mundo que quiera participar. En su primer curso, además de los 25 estudiantes inscritos, se apuntaron 2.300 personas, quienes no accedían al título oficial, aunque tampoco tenían que pagar nada. Según explica una de sus profesoras, Stephen Downes, en un artículo en Chronicle, no se trata de trasladar las clases tradicionales al entorno online, sino de crear espacios sociales de conocimiento. Este experimento es una apuesta por el aprendizaje totalmente abierto desde las instituciones educativas, que tradicionalmente han sido las propietarias del conocimiento, aunque también ha mostrado algunos dilemas. Al trabajar en espacios abiertos, profesores y alumnado se han enfrentado a veces con intrusiones que entorpecen el funcionamiento, como spam o comentarios fuera de lugar. Además, el hecho de publicar las opiniones y trabajos totalmente en abierto resulta incómodo todavía para algunos estudiantes. Son problemas que podrían desaparecer a medida en que se normalice esta forma de trabajar, o quizá es una opción demasiado arriesgada y la solución esté en formatos mixtos entre espacios abiertos y privados, aunque se trata de una apuesta para poner a disposición de todo aquél que quiera no solo contenidos sino también todas aquellas opiniones y conocimientos que pueden generar.
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