El efecto Ubuntu…

Amada por unos y odiada por otros…

Para el año de 2005 The Linux Counter estimaba unos 29 millones de usuarios de GNU/Linux. Suponiendo que esta cifra sea exagerada, ya debe haberse alcanzado y superado para el 2009, yo me atrevería a calcular unos 100 millones debido al “efecto Ubuntu”. Según la misma fuente, hoy, 20% de las máquinas con GNU/Linux corren Ubuntu.

Ubuntu no existía en el 2003 pero un año después, en 2004, promedio 300 visitas diarias, contra 1,457 de Mandrakelinux en DistroWatch.

A partir de 2005 todo es la misma historia, ese año Ubuntu acumula  2546 visitas diarias, casi el doble de las que contó Mandrakelinux el año anterior. 2006 – 2640, 2007 – 2519, 2008 – 2325. Es decir, desde el 2005 Ubuntu se ha posicionado como la distribución más popular de todas. Aunque recientemente Linux Mint y Fedora estan alcanzando a Ubuntu, recordemos que Mint esta basado en Ubuntu.

¿Que Pasa? sin lugar a dudas Ubuntu y el señor Shuttleworth representan uno de los grandes parteaguas en la historia del software libre. La pregunta que muchos hacemos es si Ubuntu es una bendición, o por lo contrario, la peor pesadilla.

Identidad

“Soy yo por que no soy tu, somos nosotros por que no somos ellos”. Así es, la identidad se define por la otredad, el otro, lo que es distinto. La identidad es factor de cohesión.

Ubuntu dice lo contrario “La creencia es un enlace universal de compartir que conecta a toda la humanidad” , Ubuntu dice “Soy yo por que somos todos” y ese es su discurso.

Pero históricamente el movimiento en torno a GNU/Linux y el software libre ha tenido, como uno de sus elementos de cohesión a la otredad, “Soy libre por que no uso software propietario, todo el que usa software propietario es distinto de mi; yo me debo a mis iguales, los que usan software libre.”

Grupo Social

Pero son casi reglas.

  • La capacidad de organización de un grupo es inversamente proporcional al tamaño del mismo. (Por eso gobiernan minorías) y..
  • El grado de identidad de un grupo es inversamente proporcional a la pluralidad de sus elementos y el numero de los mismos.

GNU/Linux y el software libre han sido construidos por un grupo social, con una determinada identidad. El proyecto pretende extender el conjunto para abarcar el universo. Esa práctica va bien con el mercado “vender a todos lo mismo… incluso las ideas”

Agresión

Pero el intentar extender-vender una idea-producto construido por un grupo específico, Ubuntu esta agrediendo a quienes son dueños de esa identidad. De alguna manera se esta prostituyendo la identidad del grupo.

Lo anterior por que para poder formar parte del grupo no basta con tomar una decisión, es necesario ser aceptado por los miembros de ese grupo; y para ser aceptado se deben compartir un conjunto de principios y valores con los miembros de ese grupo. En este sentido, la comunidad de Debian debe ser la más afectada.

Perdida de la identidad

Para un grupo lo peor que puede suceder es perder su identidad. Sin identidad no hay grupo y si el grupo es el conjunto universo entonces no hay ni identidad ni grupo por que no existe otredad. ¿Con que me comparo entonces y que es lo que me hace distinto? y por tanto… ¿que me da valor?

Lo que los miembros de la comunidad interpretan como “Nuestras ideas se han prostituido y se aprovechan de lo que nosotros hemos hecho sin compartir nuestros ideales, principios y valores.”

De allá pa’ acá, o de la visión de los no-queridos.

La imagen, representación mental, que la gente (entiendase el común o mayoría) tiene de los hackers es la de un mito: poder, diversión, libertad, inteligencia, dinero, reconocimiento. Es un mito que de ser alcanzado ofrece un cierto tipo de satisfacción. Ubuntu es una forma de acercarse a ese mito sin tener que hacer una gran inversión en tiempo, dinero o esfuerzo.

En realidad no habría mayor problema con lo anterior si no fuera por su carácter masivo, Ubuntu representa la posibilidad de alcanzar el mito del hacker para todos; y todos don muchos.

Desequilibrio

Lamentablemente el movimiento no puede cumplir la promesa de Ubuntu. De hecho, esa promesa desequilibra a la comunidad, por existe un equilibrio entre la cantidad de individuos que forman la comunidad y la cantidad de aspirantes que pueden haber en un momento dado, ya que cada aspirante implica un precio en dinero, tiempo, esfuerzo y exclusividad.

Exclusividad

La exclusividad la podemos entender como el acceso a un bien escaso, material o inmaterial. Ubuntu tiende a disminuir ese valor, no por regalar discos, sino por “poner al alcance de todos algo que antes estaba reservado a unos cuantos.”

Qué posición adoptar al respecto: entre Torvalds, Raymond y Stallman, a los gurúes no les preocupa en realidad.

No importa cuantos sean, ni que piensen. Entre más mejor yo sólo me divierto, igual sigo siendo elite – posición Torvalds.

Podemos hacer más dinero si son más, igual el código no lo pueden modificar por que no saben ni les vamos a enseñar, por otra parte, libertad es que cada programador decida bajo que términos distribuir su trabajo – posición Raymond.

La libertad debe ser para todos, no recomiendo Ubuntu por que no es libre 100% e incentiva a sus usuarios a instalar software propietario – posición Stallman.

Sin importar el respeto que yo pueda tener por cada uno de los mencionados, a ellos no les interesa el “efecto Ubuntu” así que  no podemos obtener respuesta por ahí.

La solución es racionalizar

Y es que satanizar a la millonada de newbies no trae nada; aunque esa es la solución más viable y también la más probable.  lo que lamento por que se pierde una oportunidad.

Creo, una mejor solución, sería que la comunidad reflexionara sobre su situación actual, que entienda el proceso por el que esta atravesando. A eso me refiero con racionalizar, por que creo que es el principio de cualquier solución.

Egoísmo

En todo caso, para cualquier solución que no implique hacer a un lado a los usuarios de Ubuntu dependerá de que la comunidad adopte una posición no-egoísta. De que acceda a aceptar sistemáticamente a personas que no forman parte y, de que se organice para hacerlo.

Hay que poner en la balanza, ¿qué importa más? la exclusividad o el exito del ideal de libertad para  todos. Quienes prefieran la exclusividad estarían traicionando al movimiento.

NOTA AL PIÉ:El “efecto Ubuntu” es un nombre genérico que aplico al proceso de masificación del software libre y el efecto que esto tiene en la comunidad.

Den una vuelta por acá: nobuntu.org