¡¡¡ Esa maldita influenza !!!

¿Peste negra, epidemias, enfermedades masivas? Hasta hace unos das pensé que esto sólo ocurría en la edad media y en países Europeos, pero me di cuenta de que cualquier parte del mundo es vulnerable a situaciones como esta. Yo no sé de dónde vino esta cosa llamada “influenza porcina”, es más, ni los científicos más afamados de México saben. Unos dicen que de Asia, otros que de EUA y otros más dicen que se generó aquí en México. Pero, el origen de esta enfermedad ya no importa en estos momentos porque ya no atacó y está provocando la muerte de gente inocente en varias partes de México.
En verdad odio a esta enfermedad porque me esta impidiendo estar con las personas que quiero y hacer lo que me gusta hacer: salir a la calle, conocer gente, platicar, conocer mi ciudad. Parece increíble que esta enfermedad se adquiera tan fácil como saludar de mano o de beso a las demás personas. Debo confesar que se siente feo saludar a otras personas y decirles:”Así de lejitos”, pienso que es estúpido no poder tener contacto con las personas que te interesan.
Otra de las cosas por las que odio esta enfermedad es porque me tiene encerrado en mi casa día y noche y lo único que me queda por hacer es encenderla televisión para entretenerme un rato. Pero en vez de divertirme me deprimo más al ver que en todos los canales se habla de esta situación: que si los hospitales están al tope, que si los cubre bocas ya se agotaron, que las precauciones para evitar contagios, etc. La televisión todo el tiempo me está recordando la difícil situación por la que atraviesa mi país y eso me deprime cada día más.
Cuando salgo a la calle (que es muy raro) veo a toda la gente con su cubre bocas y siento que tal vez exageran, pero no los culpo ya que ellos no son responsables que nuestro país se encuentre en alerta. Niños, mujeres, hombres en motocicleta, taxistas, microbuseros, hasta los que reciben la basura se protegen de esta epidemia .Yo a veces pienso que es una exageración usar un cubre bocas, pero la gente lo único que está haciendo es cuidar su organismo y cuidar a los seres que quieren. Nunca en mi vida había visto a tanta gente usando un cubre bocas y se siente raro porque pareciera como si nadie quisiera hablar con nadie, como si no quisieran tener contacto los unos con los otros, como si quisieran estar aislados.
En los 5 últimos días las calles han estado vacías, los negocios cerrados, el transporte público con una o dos personas a bordo. Parece como si la Ciudad de México estuviera en el proceso de convertirse en una “ciudad fantasma”. Esto me da tristeza porque la Ciudad de México siempre había tenido una población alegre, divertida y con ganas de seguir echándole ganas. Ahora la veo y siento que mientras exista esta epidemia, mi Ciudad de México no podrá volver a ser la misma.
No cabe duda de que esta enfermedad nos roba mucho y nos limita de muchas cosas que nos gusta hacer, pero no nos queda nada más que esperar a que se solucione este problema y que el gobierno se siente a discutir cómo le van a hacer para eliminar totalmente esta epidemia. Mientras yo seguiré encerrado mi casa frente a la televisión deprimiéndome cada día más por esta situación.