¡tengo una idea!

Son muchas las personas que tienen ideas, energía y pasión para hacer cosas… Pero a menudo, esas ideas, por brillantes y interesantes que parezcan, mueren en el cajón del olvido. Muy pocas de estas personas podrán llevar a cabo una de estas ideas ellas solas, sin compartirlas con alguien. Y ahí es cuando entra en juego la magia… el momento de compartir.
Aunque el miedo principal es que te roben la idea, que se rían de ti o te tomen por loco, una idea en un cajón o en una libreta tiene mucho menos futuro. Así que lo primero que hay que hacer es hablar y compartir tus inquietudes; tus ideas!
Y así fue como empezó todo… al compartir una idea que estaba en una libreta, y que la persona que la escuchara estuviera buscando una idea para aplicar sus conocimientos y plantearse un nuevo reto, surge la sinergia necesaria para que dos personas se empiecen a plantear ¿que pasaría si intentáramos llevar a cabo esa idea?
En este apartado de akoranga, bajo la categoría “emprende” voy a ir publicando el día a día, el paso a paso de este proceso de imaginar qué pasaría si aquella idea la quisiera llevar a la práctica,  en lugar de dejarla apuntada en un post-it y meterla en un cajón, si creemos en compartir como forma de aprendizaje, aquí lo haremos desde el primer momento.