De cuando civismo quiere decir sólo votar y aceptar incondicionalmente el resultado.

Perdió la brújula Carlos Órnelas. Que dicho sea de paso es una buena muestra de lo que va circulando en los diversos espacios de los medios, de esos primariamente unidireccionales.
Carlos en su artículo del universal “Educación cívica y jornada electoral” tiene, lo que considero, dos graves faltas.
La primera, hablar de civismo y comenzar descalificando, la segunda reducir el ejercicio de las libertades cívicas y políticas al voto.
Textualmente Carlos nos dice:

“Tendremos conflicto poselectoral, AMLO no aceptará el dictamen de las urnas. Para provocar ese conflicto cuenta con masas fieles o descontentas por varias razones, que están dispuestas a seguirlo, sin importar el daño que hagan a la joven democracia”.

Y en la parte final lo subraya:

“Parecía que AMLO aceptaría su derrota, al día siguiente volvió a su retórica del fraude; demanda que se anulen las elecciones”.

¿Lo que pide Andrés Manuel se encuentra dentro de lo ilegal?
No.
La revisión y calificación de la elección es lo esperable, nada extraordinario. En este marco será el conteo de las casillas en las que se encuentren en el marco de las irregularidades ya tipificadas por el IFE.
Por lo tanto, sólo puedo pensar que se opina desde el desconocimiento de la ley electoral o bien que hay dolo en las opiniones de este tipo; porque si se sabe que lo que solicitaron esta dentro de la ley y aún así se acusa de violentar los resultados electorales no me queda más que pensar que hay mala fe.
Y la calificación de la elección es el comienzo de un largo camino, luego tendremos un periodo de impugnaciones en la que los quejosos deberán aportar las pruebas necesarias para apoyar sus señalamientos para que el tribunal federal electoral pueda juzgar y terminar por emitir su calificación al respecto.
Y esto tampoco es ilegal, ni de violentos.
¿Es espera Carlos la aceptación incondicional?
Sí, al menos esa impresión da. Lo que pide Carlos y muchas de los “opinadores de carrera” es la renuncia a los mecanismos legales que hemos construido para encausar las inconformidades.
Carlos desconoce propia nota cuando dice “Se trata de que las personas conozcan sus derechos civiles, políticos y sociales, así como las obligaciones que tienen como ciudadanos”.
Pareciera que su idea del ejerció cívico se reduce al voto.

“Debido al proceso electoral, en estos días, observamos buenas y malas prácticas de educación cívica. Las primeras fueron la participación masiva de los ciudadanos en la jornada del domingo y desde antes en su preparación”.

¿Dónde quedan el resto de nuestros derechos políticos?
Si opinión fue escrita desde la emoción de lo que pienso el rechazó a un personaje de la izquierda y la racionabilidad de su amplio conocimiento sobre la educación cívica, pero estrecha percepción del ejercicio cívico.
Porque aún en el caso de que los “incivilizados y violentos” salgan a expresar su inconformidad entorno a la legitimidad de la elección, estarán en el marco de la expresión de sus derechos civiles y políticos.
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