Una vez pasada la Navidad y la “visita” de los Reyes Magos, a quién no le ha pasado, que una vez abierto la caja de un juguete que han regalado al niño, éste ha dejado de lado el juguete y ha empezado a jugar con la caja. Eso pasa más veces de lo que creemos, aunque, la verdad, generalmente con los niños más pequeños.