UNAM estudia cosmos en contenedores de agua

Ciudad de México.- A través del proyecto denominado “Observatorio Hawc” -conformado por 900 contenedores llenos de agua cristalina- investigadores de la UNAM pretenden estudiar el cosmos para encontrar nuevos fenómenos y superar lo realizado por observatorios anteriores y actuales.

La investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, María Magdalena González Sánchez, que ha participado en el proyecto desde 2002, relató que con los primeros resultados surgió la necesidad de un observatorio mayor y más sensible.

Así, ahora HAWC será la segunda generación del observatorio de rayos gamma, que consiste en un conjunto de 900 tanques, y superará en tamaño y sensibilidad al anterior, “será 15 veces mejor que el proyecto Milagro, principalmente porque estará a cuatro mil 100 metros sobre el nivel del mar, y su superficie será cinco veces mayor”.

Cuando los científicos mexicanos -en particular el Instituto Nacional de Astrofísica Óptica y Electrónica- se enteraron de que el volcán Sierra Negra era una posible sede para colocar el nuevo proyecto, que competía con el Tibet, en China, y Chacaltaya, en Bolivia, realizaron estudios de sitio para evaluar su factibilidad; así, en julio de 2007, en el Congreso Internacional de Rayos Cósmicos, realizado en Mérida, Yucatán, se decidió que el país sería el lugar ideal.

La construcción de HAWC inició con la instalación, en noviembre, del primer tanque -financiado por la UNAM-, cerca del Gran Telescopio Milimétrico (GTM); ahora se tienen dos más, costeados por la Universidad de Chiapas. “Además, ya no es una alberca, sino un conjunto de depósitos de 3.6 metros de diámetro por 4.5 de altura, cada uno, que contendrán cerca de 45 mil litros de agua”, apuntó.

HAWC (High Altitude Water Cherenkov) es un proyecto que inició su desarrollo en México, con la participación de especialistas nacionales, quienes probaron que no había mejor sitio para colocarlo que el volcán Sierra Negra, al oriente del estado de Puebla.

Con esta nueva herramienta para contemplar el universo se pretende buscar materia oscura, estudiar ráfagas solares y objetos astrofísicos, como destellos de rayos gamma y centros activos de galaxias, además mirar la muerte de hoyos negros primordiales; “incluso, lograr lo que no se pudo con Milagro: entender esos centros activos y hacer correcciones a la velocidad de la luz, pues se cree que ésta no es constante”, acotó.

fuente:
Redacción El Sol de México
Organización Editorial Mexicana
26 de enero de 2009