Poemas del amor y del silencio

Que la lluvia en Córdoba es vieja abonada a la Feria del Libro no es novedad. Allí me dirijo para asistir a la presentación del libro POEMAS DEL AMOR Y DEL SILENCIO, del amigo José Manuel Ballesteros. En la mesa, el también amigo Manolo Patiño, que con sus Ediciones depapel consigue que palabras, papel y tornillos resulten una bella combinación. Presenta el profesor Pérez Cubillo. El chaparrón arrecia y, convertido en tromba, el agua casi impide oír a lo largo del acto. Como si la lluvia quisiera empaparse de libros. Y gritarlo.José Manuel nos habla del riesgo de escribir poesía: el desnudarse. Y nos lee algunos de sus poemas editados y sin editar.Dejo aquí el primero del libro, que elijo por la estación en la que nos encontramos (la del amor) y porque me sugiere rincones de Córdoba. Esa Córdoba que, sin embargo -en el mes que estamos- estalla de exuberante belleza y alegría.Sonrió la tarde; el cielo se abrió.¡Qué lejos, qué lejos volaba el amor!(Por la olas verdes de un trigal en flor;por las olas blancas de un mar al albor.)¡Qué lejos, qué lejos volaba tu voz!(Por palabras rosas, por sueños en flor.)Volaban tus ojos en calles sin voz,y las calles daban a mi corazón.(Una plaza en sombra, un leve rumor.)Sonaba una fuente en algún rincón.Fuentecita verde de dulce canción.En la orilla clara se posó tu voz.(Las ondas del agua brillaban al sol.)