Antiguamente se creía que todos los cuerpos celestes se movían alrededor de la Tierra, pues esa es la impresión que tenemos mirando al cielo. Siguiendo el sistema geocéntrico, Platón describió el espacio exterior a la atmósfera terrestre como formado por 8 cielos que se movían con independencia el uno del otro, arrastrando en su movimiento los astros que contenían.