Energía: El Contexto de la Exploración por Gas y Petróleo en Chile

Como saben, desde hace unos meses estoy escribiendo algunas cosas sobre energía. En ese contexto, le pedí a mi amigo Ali Shakhtur, que posee una larga experiencia en el tema energético que compartiera con nosotros algunas reflexiones sobre el tema del actual escenario del petróleo y el gas en Chile. Agradezco esta colaboración de Ali y desde ya los dejo invitados para visitar su blog sobre temas energéticos.

¿Energías Renovables versus tradicionales?

Se puede hablar mucho sobre energías renovables no convencionales (ERNC), de su impacto y ayuda en la diversificación de la matriz e independencia energética de Chile, sin embargo estamos lejos de poder prescindir del petróleo y el gas. De hecho no mucha gente sabe que, por sus características, tanto la energía eólica como la solar requieren de apoyo en fuentes de energías tradicionales. Dentro de ellas,
especialmente el gas natural.

Es así que la política energética de Chile a mi modo de ver va por el camino correcto. Deben por una parte potenciarse las ERNC y al mismo tiempo incentivar la exploración de gas en nuestro propio territorio. Esto sin dejar de lado la exploración y producción en el extranjero y el GNL (Gas Natural Licuado) que van en el mismo camino de lograr relativa independencia.

El contexto legal

En Chile, el contexto de la exploración está dado por la figura de los CEOP (Contratos Especiales de Operación Petrolera) donde los privados pueden invertir a riesgo para que en caso de ser exitosos y existir descubrimientos comerciales, los exploten de manera de recuperar su inversión y distribuir las utilidades con el Estado de Chile. En este sentido el contrato CEOP es bastante adecuado para el cumplimiento de sus fines y establece que la venta del petróleo o gas se hará a las mejores condiciones de mercado mediante licitación.

Tal como lo indiqué en un artículo escrito en mi blog, desde hace algún tiempo se han escuchado voces que indican que debiera cambiarse el sistema contractual (por uno similar al judicial de concesiones mineras) para garantizar la presencia de inversores y así fomentar la exploración y producción en Chile. Se habla de la propiedad de los hidrocarburos y de la mejor manera de “entregarlo” a privados.

Es aquí donde reitero que están profundamente errados. Basta mirar el mercado mundial para ver toda clase de contratos, desde Production Sharing Agreements hasta Service Agreements, pasando por Concesiones y Buy Back Contracts, ninguno con base judicial, sino que contratos firmados con el estado, con garantías por compromiso mínimo y fórmulas diversas de reparto de ingresos.Destaquemos aquí que la fórmula chilena es muy favorable al inversionista.

¿Ganan sólo los inversionistas extranjeros?

Entonces habrá voces (y ya las hay en realidad) que dirán que el contrato es demasiado favorable al inversionista extranjero, pero la verdad es que no es así y el tema no es contractual sino fáctico de potencial petrolero y de riesgo país. Esto es aplicable en todo el mundo, “high risk high reward” y por el contrario “low risk low reward”. Si por ejemplo vemos el caso de Libia donde el potencial exploratorio
es enorme y el riesgo bajo, encontramos un contrato donde los márgenes son muy limitados para el inversionista. Y así nos podemos mover a Egipto, donde el potencial es grande pero los descubrimientos históricamente más pequeños encontrando un contrato un poco más favorable, y así ocurre lo mismo en Venezuela, Argentina y en todos los países donde existe industria petrolera.

Y, finalmente, ¿Por qué no había tanto interés en Chile? ¿Qué paso que ahora si existen petroleras interesadas en invertir?. La respuesta no está ni en el contrato ni en la legislación aplicable, simplemente en el mercado.

Ante el aumento de los precios del petróleo, y especialmente el precio del gas natural, se ha hecho
rentable explorar en el país, esa es la realidad.

Entonces sigamos diversificando la matriz, invirtiendo en ERNC pero sin descuidar la base, o sea, el gas y el petróleo, al menos en el mediano plazo.