Chile del Bicentenario: The Latin American Texas

Los Chilenos fueron a las urnas y aunque todavía está pendiente el resultado de la segunda vuelta presidencial hay varias conclusiones claras respecto de la nueva composición del Parlamento. Aquí me quiero referir a una de ellas: Con 1.5 millones de votos y 40 diputados la UDI se consolida como el partido más poderoso de Chile.

La capacidad que  ahora tiene este partido, no sólo lo posiciona como el eje central de un eventual gobierno de Piñera sino que -independiente del resultado de las elecciones-, hace que su agenda sea la más probable de prosperar.

Si Piñera gana, la UDI tiene el sartén por el mango: podrá negociar facilmente ministerios y todos los cargos estratégicos necesarios para potenciar su estrategia política. En términos prácticos eso significa que podrán ampliar con el aparato público la maquinaria ideológica conservadora que despliegan en los sectores populares y que tanto éxito les ha reportado. Al poder del dinero, el poder de ciertos sectores de la iglesia, ahora se sumará el poder del aparato público. La UDI podría seguir avanzando.

Aún si Piñera no gana, el poder que ahora tienen en el Congreso les facilitará bloquear cualquier intento por seguir promoviendo temas valóricos más liberales y con el apoyo de los conservadores de otros partidos lograrán fácilmente imponer varios temas que potencien su agenda.

Chile transformó a la UDI en partido mayoritario. El Bicentenario no será tiempo de liberales o progresistas sino de los más conservadores. Esa fue la opción de la democracia chilena.

El “Bicentenario UDI” que Chile se regaló nos aleja de las naciones liberales que al menos a mi me gustaría seguir imitando. En 2010, Chile será más parecido a Texas. Yo no estoy feliz con eso, pero respeto la voluntad de la gente.

Chile: The Latin American Texas?

Chile: The Latin American Texas?

ACTUALIZACION: La Pastoral UDI

La discusión que generó este artículo comenzó con mi red en Twitter. Entre los muchos argumentos presentados ahí me quedó dando vueltas una idea sugerida por el escritor Jorge Baraditt. En lo fundamental, Baraditt señaló que “la gente eligió “la imagen” que la UDI proyectó de si misma. Es un trabajo de marketing bien hecho, nada más.”  Yo no concuerdo.

Llevo un tiempo tratando de comprender los métodos utilizados por ese partido para calar los sectores más populares y la conclusión a la que había llegado es que, más allá del marketing, ellos hacen una verdadera laboral “pastoral” que no se diferencia mucho de lo que cualquier iglesia o secta podría desarrollar.  Curiosamente, hoy en El Mercurio aparece una entrevista al Senador Larraín, reelecto y primera mayoría nacional, donde explica la estrategia UDI. Por lo que entiendo, este no sería un caso aislado. Lo sugerido por Larraín no sólo devela un abierto clientelismo sino que reafirma parte de lo que había señalado ayer: Una vez que capturen el aparato estatal, la estrategia pastoral será amplificada.

Lo siguiente es el extracto clave de la entrevista, que pueden leer íntegra aquí:


…”he mantenido mi actividad en la zona, porque es indispensable desarrollar una labor en terreno muy completa, lo que he hecho en forma sistemática”.

-¿De qué manera?

“A través de mis oficinas parlamentarias siempre le presto asistencia a organizaciones sociales como juntas de vecinos, centros de adulto mayor, clubes deportivos, comités habitacionales, etc, a través de los cuales entrego asesorías permanentes. Empecé hace 16 años a desarrollar una red de protección social propia. Entrego becas para que los alumnos estudien en la universidad en forma enteramente gratuita; tengo talleres de capacitación a mujeres con subsidios para adquirir bienes para el hogar; tengo cursos preuniversitarios gratuitos todos los años, no sólo para las elecciones, en los que este año hubo 1.100 alumnos; a través de la fundación Fedes he entregado más de 2 mil sillas de ruedas…”

-¿No lo acusan de clientelismo?

“No, porque no lo es. Estas cosas son financiadas por mí con los recursos del Congreso, no lo hago con platas propias ni recibo donaciones de nadie. Muchas son gestiones que hago con instituciones. Yo lo siento como una forma de testimoniar de una manera más cercana el compromiso con la gente. Es una forma de decirles ‘yo entiendo así el servicio público’. Creo ser el único parlamentario en Chile que ha desarrollado una red tan completa y que la ha mantenido en forma sistemática.”