Amigos del Perro Lipigas en Peligro de Muerte!

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Hace unos años la Intendenta de Santiago ordenó la matanza de los perros que vivían en los alrededores del Palacio de la Moneda. Hoy, gracias a un par de lectores de El Mercurio, podría repetirse la historia.

Lo que ocurre es lo siguiente: El sábado 20 un lector de El Mercurio publicó una carta pidiendo que se pusiera fin al “problema” de los perros vagos que habitan esa zona. Yo escribí una carta para rechazar ese intento de exterminio.

La carta no fue publicada. En vez de eso, publicaron otra carta de un lector que también plantea indirectamente la matanza de estos perros. El punto es que las dos cartas han arrastrado unas dos docenas de comentarios favorables (seguir los links) a esas posturas, lo que hace más viable que las autoridades tomen una decisión contraria a los perritos. Además, al día siguiente, como para reforzar todo lo anterior, en el mismo diario publicaron una foto de uno de los perros durmiendo sobre la “alfombra roja” que se usa para recibir a los gobernantes que vienen de visita. Es muy claro el mensaje.

¿Qué hacer? Por de pronto presionar (vía e-mail, cartas u otras formas legales) al Intendente, el Alcalde de Santiago y a los candidatos a Alcalde y Concejales. En el caso de estos últimos, podría ser interesante saber que harían al respecto.

En fin,  abajo explico mi posición por medio de esa carta que nunca publicaron. Claramente me doy cuenta que no es algo muy racional, pero sinceramente no me importa. Sólo me nace.

Ah, y  por si hay dudas: lo del Perro Lipigas sólo es una manera de ejemplificar lo poderosamente arraigados que están en nuestra cultura estos animalitos que llamamos quitros.

Aquí va la carta y ojalá que sirva para evitar esta matanza o al menos motivar a que ustedes también hagan algo.

Señor Director:

Un lector de su diario hace un llamado a las autoridades respecto de lo que el denomina “perros vagos, inmundos, feos y agresivos” que habitan en los alrededores de el Palacio de La Moneda y que según su -al parecer- refinado gusto estético atentan contra la “dignidad” del sector.

Estos perros son ciertamente unos simples quiltros chilenos: Nada de elegantes, pero tan ingeniosos y afables que nos resultan encantadores. Estos perritos callejeros deberían estar en el emblema nacional porque son realmente parte de nuestra idiosincrasia. ¡Si hasta una conocida empresa de gas ha transformado a un quiltro en celebridad! Por lo mismo, su presencia en el corazón cívico de la nación resulta ser muy simbólica. Estos animalitos nos recuerdan que todavía nos falta un poco para llegar a ser un país desarrollado.

La “solución” en este caso no es la matanza de los perros ni su expulsión hacia la periferia, como en el pasado se ha hecho con los campamentos que también atentaban contra la “dignidad” de los sectores más pudientes. La solución es entender que la sociedad chilena es hija de una diversidad en la que pueden convivir quiltros y perros de raza.

Para los cientos de personas que trabajamos alrededor de La Moneda -especialmente para los que alimentan y apoyan a estos perros- resultaría una agresión injustificada que se les extermine. Estos perros acompañan en sus largas jornadas a los Carabineros que custodian la Moneda, a los oficinistas del sector y a todas las personas de buena voluntad que respetan la vida de los animales.

Afortunadamente la evacuación de las mascotas luego del desastre de Chaitén puso de manifiesto lo mucho que la sociedad está valorando a los animales. Me imagino que ni el Intendente ni el Alcalde de Santiago tendrán la insensibilidad de llevar adelante una razia que termine en la matanza de estos perros.

Foto de Jorge Hernández

Foto de Jorge Hernández