Bertolt Brecht
Primer día de gloria del año 24 d.f (para los que no lo entiendan el año 24 desde la llegada de Frankestein)
Mi nombre es Frankestein. Nací de un cerebro, por otra parte, un modo normal de nacer. Lo que ya no está tan claro es si este acto se elabora de un modo directo, con un cerebro físico, acarrea mayores desventajas que ventajas. Nacer del cerebro de unos padres, está bien, nacer del cerebro de un muerto... es siempre otro modo de nacer. Aunque podríamos adelantar que uno de los mayores problemas consiste en espejear la memoria y los recuerdos de un pasado no vivido, por distinto, pero sentido en el propio cuerpo.