Son muchas las personas que tienen ideas, energía y pasión para hacer cosas… Pero a menudo, esas ideas, por brillantes y interesantes que parezcan, mueren en el cajón del olvido. Muy pocas de estas personas podrán llevar a cabo una de estas ideas ellas solas, sin compartirlas con alguien. Y ahí es cuando entra en juego la magia… el momento de compartir.