Llamada a comunicaciones IV Congreso de la CiberSociedad. Paradigma Social de Redes: implicaciones (des)emplazantes

En fin, lo prometido es deuda ... la participación del Grupo de Investigación en Teoría y Tecnología de la Comunicación de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla en el IV Congreso Eje F - Comunicación. Paradigma Social de Redes: implicaciones (des)emplazantes

Palabras clave

  • comunicación
  • complejidad
  • deslocalización
  • cultura
  • redes sociales
  • identidad
  • estudios ciencia-tecnología-sociedad
  • estética

Preguntas iniciales

¿Qué nuevas categorías y lenguajes necesitamos para una visión relacional y holista de la realidad como construcción cultural, hoy mediada por las redes?

¿Cómo investigar las nuevas interacciones comunicativas en red desde una perspectiva transdisciplinaria e implicando todo el proceso comunicativo?

¿Cuál es el papel de los medios y de las nuevas redes en el control de las subjetividades y de sus representaciones y proyecciones?

¿Cómo transforma la nueva lógica de redes los roles socio-profesionales en la construcción, estructuración y recepción de los mensajes mediáticos?.

¿Cómo afectará la nueva comunicación en red a la actual economía informacional, especialmente en sus procesos de concentración y competencia?

¿Cómo enfocar las nuevas "topologías del poder" en la red?

¿Cómo afecta la comunicación en red a las clases y colectivos sociales y económicos y a sus dinámicas de resistencia?

¿Qué nuevas identidades emergentes nos ofrece la comunicación en Red?

Descripción del GT

En la base de los profundos cambios globales que han alterado las estructuras económico-sociales, políticas y culturales de la contemporaneidad se encuentra el papel estratégico jugado por el nuevo Hipersector de la Información y la Comunicación. Ello conecta directamente con una nueva configuración social global (autorreflexiva) que atiende a la arquitectura flexible, móvil, transformadora e interdependiente de las Redes telemáticas.

Estos cambios comportan el fin de los modelos organizativos de carácter estructural y funcional con los que las Ciencias Sociales han tratado de explicar los procesos materiales y culturales del mundo contemporáneo. Sin embargo, éste, en el tránsito al siglo XXI, ha dado paso a una tensión hasta ahora desconocida entre lo homogéneo y lo fragmentado, o sea, entre lo global y local, concretada en la proliferación desigual de nuevos flujos de intercambio de ideas, información, imágenes, mercancías, modas y estilos de vida facilitados por las nuevas tecnologías.

Todo ello, en favor de una nueva "mundialidad" consciente de sí, cristaliza en la irrupción de: a) una nueva economía informacional; b) de un nuevo sistema de relaciones postnacionales de poder; c) de una descomposición transclasista de lo social; d) de nuevos marcos culturales y estéticos, referidos a la imposición de una nueva experiencia inmaterial del espacio, a la vez que de una (a)-histórica temporalidad tecnocrática; e) de un trastocamiento, en suma, de los principios de inteligibilidad ontológica, epistemológica, ético-política y estética modernos, a expensas de la expansión creciente de una nueva filosofía relacional y (des)-emplazante del límite narrativo: la radical lingüisticidad dialógica e interpretativo-comprensiva del ser como forma contingente de pensar, hacer y decir en un concreto "ahora" y "aquí" histórico.

Por consiguiente, frente a los viejos flujos de poder que gobernaban el "viejo" mundo como un gran estructura inter-nacional dotada de un centro hegemónico, esta (Meta)-Red Global da cuenta -en todos los órdenes de la existencia humana- del poder de los mismos flujos que operan, a nivel transfronterizo, mediante la conformación dinámica y sistémica de modulaciones muy móviles; de espacios descentrados de interacción entre nodos de naturaleza social muy diferentes, entrelazados según un doble principio de conectividad y consistencia. En síntesis, el modelo de red da primacía a las relaciones continuamente remodeladoras del conjunto social conformado, desde las mismas modificaciones experimentadas por los elementos que lo integran, sobre las supuestas características intrínsecas y objetivas de esos elementos, en la práctica, tan sólo transicionales, o sea, a expensas de esas permanentes redefiniciones que sufren en los mismos procesos de interrelación en los que surgen como tales.

La homología entre experiencia y pensamiento -que se identifica con una nueva forma relacional de estar-en-el-mundo- se resuelve, pues, a modo de toda una ontología de la Red, de una nueva forma de experiencia del sí mismo, de la relaciones con la otredad y de los vínculos con el mundo y su "verdad". De ahí que la pertinencia histórica de este tipo de propuesta modular se centre en la necesidad que el comunicólogo tiene a la hora de encontrar modos de identificación re-semantizadora de las nuevas realidades sociales con las que se enfrentará como profesional y como sujeto (des)-emplazado en unas coordenadas espaciales, temporales y simbólicas determinadas. Salir de la dignosis, del enorme desfase conceptual existente entre la forma en que se sigue describiendo el mundo y la manera en que su experiencia real genera graves disfunciones socio-cognitivas-afectivas constituye la justificación fundamental de este tipo de curso: aprender -como recurso adaptativo a las incitaciones de la nueva Sociedad Global- a pensar, a sentir, a decir y a hacer en Red. (leer más...)

Fuente: [ IV Congreso de la CiberSociedad]