Entrevista a Manuel Castells en el Citilab. Espacio de los flujos y espacio de los lugares (III). Anarquismo y apoyo mutuo

"La historia del pensamiento humano recuerda las oscilaciones del péndulo, las cuales hace ya siglos que perduran. Después de un largo período de sueño, viene el despertar; y entonces se liberta de las cadenas con las que todos los interesados -gobernantes, magistrados, clérigos- le habían cuidadosamente amarrado. Las rompe. Somete a severa crítica todo cuanto se le había enseñado; y pone al desnudo la vanidad de los prejuicios religiosos, políticos, legales y sociales en cuyo seno había vegetado. En aras de su espíritu de investigación se lanza por caminos desconocidos, enriquece nuestro saber con descubrimientos imprevistos: crea nuevas ciencias.

Pero el enemigo inveterado del pensamiento -el gobernante, el curial, el religioso- se rehace enseguida de la derrota. Reúne poco a poco sus diseminadas fuerzas, modifica su fe y sus códigos, adaptándolos a nuevas necesidades; y, valiéndose de ese servilismo de carácter y de pensamiento que él ha tenido buen cuidado en cultivar, aprovecha la desorganización momentánea de la sociedad, explotando la necesidad de reposo de éstos, la sed de riquezas de aquellos, los desengaños de los otros -sobre todo los desengaños-, comienzan de nuevo y con calma su obra, apoderándose desde luego de la infancia, por la educación."

La moral anarquista. Kropotkin

"Probablemente se nos observará que la, ayuda mutua, a pesar de constituir una de las grandes fuerzas activas de la evolución, es decir, del desarrollo progresivo de la humanidad, es sólo una de las diferentes formas de las relaciones de los hombres entre sí; junto con esta corriente, por poderosa que fuera, existe y siempre existió, otra corriente la de auto-afirmación del individuo, no sólo en sus esfuerzos por alcanzar la superioridad personal o de casta en la relación económica, política y espiritual, sino también en una actividad que es más importante a pesar de ser menos potable; romper los lazos que siempre tienden a la cristalización y petrificación, que imponen sobre el individuo el clan, la comuna aldeana, la ciudad o el estado. En otras palabras, en la sociedad humana, la autoafirmación de la personalidad también constituye un elemento de progreso.

Es evidente que ningún esquema del desarrollo de la humanidad puede pretender ser completo si no se considera estas dos corrientes dominantes. Pero el caso es que la autoafirmación de la personalidad o grupos de personalidades, su lucha por la superioridad y los conflictos y la lucha que se derivan de ella fueron, ya en épocas inmemoriales, analizados, descritos y glorificados. En realidad, hasta la época actual sólo esta corriente ha gozado de la atención de los poetas épicos, cronistas, historiadores y sociólogos. La historia, como ha sido escrita hasta ahora, es casi íntegramente la descripción de los métodos y medios con cuya ayuda la teocracia, el poder militar, la monarquía política y más tarde las clases pudientes establecieron y conservaron su gobierno. La. lucha entre estas fuerzas constituye, en realidad, la esencia de la historia. Podemos considerar, por esto, que la importancia de la personalidad
y de la fuerza individual en la historia de la humanidad es enteramente conocida, a pesar de que en este dominio ha quedado no poco que hacer en el sentido recientemente indicado.

Al mismo tiempo, otra fuerza activa -la ayuda mutua- ha sido relegada hasta ahora al olvido completo; los escritores de la generación actual y de las pasadas, simplemente la negaron o se burlaron de ella. Darwin, hace ya medio siglo, señaló brevemente la importancia de la ayuda mutua para la conservación y el desarrollo progresivo de los animales. Pero, ¿quién trató ese pensamiento desde entonces? Sencillamente se empeñaron en olvidarla. Debido a esto, fue necesario, antes que nada, establecer el papel enorme que desempeña la ayuda mutua tanto en el desarrollo del mundo
animal como de las sociedades humanas. Sólo después que esta importancia sea plenamente reconocida será posible comparar la influencia de una y otra fuerza: la social y la individual. este dominio ha quedado no poco que hacer en el sentido recientemente indicado. "

El apoyo mutuo. Kropotkin

Para continuar con nuestro post del del 12 de Septiembre de 2009 titulado Entrevista a Manuel Castells en el Citilab. Conectar el Espacio de los flujos y espacio de los lugares y el del martes 29 de septiembre de 2009 en Entrevista a Manuel Castells en el Citilab. Espacio de los flujos y espacio de los lugares (II), , de nuestra sección [video semana] , hoy traemos la tercera parte de la entrevista a Manuel Castells en el Citilab que me había recordado el trabajo que en el grupo de investigación llevamos haciendo hace años sobre la teoría del emplazamiento lo que me remite al trabajo de desarrollo que planteaba en el post del sábado 15 de agosto de 2009 As a student, he was no Einstein. Pass it on. Inventando la Universidad 2.0 (II)As a student, he was no Einstein. Pass it on. Inventando la Universidad 2.0 (II).

Continuamos con la importancia de los procesos colaborativos... aunque tendríamos que plantear los niveles de acceso y el alcance de dichos procesos diferenciando qué es colaboración, qué es participación, qué podría ser una participación colectiva, ... en fin, delimitando, más claramente, el alcance y el compromiso de los distintos grados. Porque, entre otras cuestiones, deberíamos plantear lo que las culturas populares nos transmiten desde hace milenios, a este respecto. Bien lo saben los sectores populares en las luchas obreras, los comedores populares, las iniciativas colectivas, la forma de comer con el famoso "cuchará y paso atrá' "de los jornaleros andaluces...

Como bien dice Castells en la entrevista, el conocimiento del apoyo mutuo y la colaboración tiene una tradición muy fuerte en las culturas populares... un ejemplo el texto de 1902 de Kropotkin, un anarquista ruso , del que traemos un apunte de Richard Milner en el blog "Los de abajo a la izquierda", bajo el título :

Kropotkin (1842-1921). «Ley del apoyo mutuo»

Durante una época dominada por los magnates bandoleros, el militarismo, la economía del laissez-faire y la explotación colonial, el darwinismo social fue una excusa fácil para las actitudes inmisericordes. En palabras del príncipe Kropotkin, las ideologías deformaron la concepción de la naturaleza de Charles Darwin hasta hacer de ella:



Un mundo de lucha permanente entre individuos medio muertos de hambre y sedientos de la sangre de sus prójimos. Hicieron del… ¡ay del vencido!... la última palabra de la biología moderna… [y] elevaron la lucha «sin piedad» por las ventajas personales a la altura de principio biológico al que era forzoso someterse…



Kropotkin, nacido en la Rusia prerrevolucionaria con el título de príncipe, criticó duramente un sistema social que le ofrecía privilegios hereditarios. Tras haber desempeñado en su juventud varios cargos diplomáticos y militares, se dedicó a la escritura y la filosofía y en sus últimos años dedicó todas sus energías a derribar el sistema social de su país.



Sus primeros trabajos le llevaron a Siberia y, más tarde, realizó una inspección geológica de Manchuria. Kropotkin, atento observador tanto de la fauna como de los habitantes de la región, llegó a la convicción de que, incluso en aquel medio frío y duro donde se debía suponer que la competencia habría de ser muy intensa, la supervivencia dependía más de la cooperación que de la competitividad. Kropotkin observó cómo los caballos formaban círculos defensivos para protegerse de los ataques de los lobos, las estrategias de éstos en la caza y las colonias sociales de insectos y aves.



Piotr Kropotkin publicó un libro memorable, El apoyo mutuo (1902), con el que corregía la idea popular de la «lucha por la existencia». Inspirándose en una conferencia pronunciada en 1880 por el zoólogo ruso Karl F. Kessler «Sobre la ley de la ayuda mutua», Kropotkin pasó varios años elaborando su idea del valor de supervivencia de la compasión, la crianza y el altruismo. Habrían de transcurrir setenta años para que, con el auge de la sociobiología, se examinara seriamente la función del altruismo en la evolución. Kropotkin fue una voz solitaria en su llamada de atención hacia el «apoyo mutuo, el sostén mutuo y la defensa mutua» en el reino animal."

Si comenzamos este post con unas palabras de Kropotkin, lo vamos a terminar también con los dos últimos párrafos de su texto "El apoyo mutuo":

"Sin embargo, cada vez que se hacia una tentativa para volver a este venerado principio antiguo, su idea fundamental se extendía. Desde el clan se prolongó a la tribu, de la federación de tribus abarcó la nación, y, por último -por lo menos en el ideal-, toda la humanidad. Al mismo tiempo, tomaba gradualmente un carácter más elevado. En el cristianismo primitivo, en las obras de algunos predicadores musulmanes, en los primitivos movimientos del período de la Reforma y, en especial, en los movimientos éticos y filosóficos del siglo XVIII y de nuestra época se elimina más y más la idea de venganza o de la"retribución merecida": "bien por bien y mal por mal". La elevada concepción: -No vengarse de las ofensas-, y el principio: "Da al prójimo sin contar, da más de lo que piensas recibir". Estos principios se proclaman como verdaderos principios de moral, como principios que ocupan más elevado lugar que la simple "equivalencia", la imparcialidad, la fría justicia, como principios que conducen más rápidamente mejor a la felicidad. Incitan al hombre, por esto, a tomar por guía, en sus actos, no sólo el amor, que siempre tiene carácter personal o, en el mejor de los casos, carácter tribal, sino la concepción de su unidad con todo ser humano, por consiguiente, de una igualdad de derecho general y, además, en sus relaciones hacia los otros, a entregar a los hombres, sin calcular la actividad de su razón y de su sentimiento y hallar en esto su felicidad superior.

En la práctica de la ayuda mutua, cuyas huellas podemos seguir hasta los más antiguos rudimentos de la evolución, hallamos, de tal modo, el origen positivo e indudable de nuestras concepciones morales,éticas, y podemos afirmar que el principal papel en la evolución ética de la humanidad fue desempeñado por la ayuda mutua y no por la lucha mutua. En la amplia difusión de los principios de ayuda mutua, aun en la época presente, vemos también la mejor garantía de una evolución aún más elevada del género humano."

Si queréis leer el texto entero ... "El apoyo mutuo" (pdf, 151 pp.)

Fuente: [youtube y los de abajo a la izquierda ]