cuando yo estaba loco…

«por acá también estoy cansado de que me digan loco. Loco porque les digo nunca trabajen. Loco por no pensar en la cruz, ni en casa, familia, éxito o dinero. Loco por aceptar que me encantan las mujeres y sus redondeces. Es la cárcel de los deseos. Sufro sin desesperación y sin nunca darme por vencido. También quisiera salir del manicomio, y de paso inventarnos un otro mundo. Uno nuestro y para todos.»

¡viva la colifata!