Las Tres Leyes de la Robótica aplicadas a las Redes Sociales.

Isaac Asimow redactó las famosas 3 leyes de la robótica a principios de la década de los 40 y aparecieron publicadas por primera vez en 1942 en su relato corto Runaround (Círculo vicioso en castellano). Son éstas:

  1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño.
  2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto si estas órdenes entran en conflicto con la Primera Ley.
  3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

El propósito de las tres leyes es preservar a los humanos de sus propias creaciones. Un propósito que puede aplicarse a cualesquiera que sean las creaciones humanas. En los tiempos que ahora nos toca vivir, bien podríamos aplicar las 3 leyes adaptándolas a las Redes Sociales, por ejemplo, así:

  1. Un perfil en una red social no debe dañar la verdadera identidad de una persona o, por mal uso, contribuir a que una persona sea percibida como quien no es.
  2. La actividad en las redes sociales potenciará la relación con otras personas, contribuirá a compartir el conocimiento y, cuando se trata de una empresa o una marca, ampliará los vínculos de simpatía y afinidad, excepto si dicha actividad entra en conflicto con la Primera Ley.
  3. La presencia en las redes sociales debe proteger su propia existencia, así como la privacidad de los datos, la libertad de información y la honestidad de las relaciones establecidas, hasta donde esta protección no entre en conflicto con la Primera o la Segunda Ley.

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Las redes sociales, el entorno Social Media, no nos hace dejar de ser lo que somos, personas. La identidad digital no nos convierte en bits, ni en robots, no invalida nuestros valores, nuestra ética y nuestros principios. No nos deshumaniza. Solamente nosotros podemos deshumanizarnos, y sería muy interesante no hacerlo.

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